martes, 22 de junio de 2010




REVOLUCION CUBANA

La Revolución Cubana fue un hecho histórico que no sólo marcó al pueblo de cuba, sino a toda Latinoamérica y el mundo. Sus principales exponentes, Fidel Castro, el Che Guevara, entre otros, han sido personajes que siempre vivirán en el recuerdo de todo el mundo. Se llevó a cabo después de numerosos combates entre el ejército de Batista y el de los revolucionarios de Fidel Castro, dando la victoria a este último, en enero de 1959, cuando Fidel llegó a la Habana y se nombró Primer Ministro.

El motivo por el cual decidimos realizar este trabajo, no es más, que al principio, la simple curiosidad de conocer una de las revoluciones más controversiales del mundo, y que todavía en la actualidad, es tema de primera plana. Muchos creen conocer a Cuba y a su máximo representante, Fidel Castro, pero para conocer este país y su líder, hay que remontarse no sólo a la época de 1959, cuando llegaron a la Habana, sino mucho antes del triunfo de la revolución, el desarrollo de esta, sus causas y consecuencias.

La forma más apropiada de realizar un trabajo de esta índole es la recopilación de datos e información, tratando lo más posible de apartarse de los que son influidos por ideologías políticas y sociales, y que con esto se alejan de la verdad. Nuestra información incluye tanto libros como páginas electrónicas.

Nuestro trabajo estará compuesto por causas, consecuencias y antecedentes de la revolución, así como un desarrollo de la misma, en el cual se citarán los hechos más trascendentales de esta revolución. Así mismo, contendrá importantes biografías de los principales líderes de la revolución, Fidel Castro y Ernesto “Ché” Guevara. Un acápite importante es las medidas que tomó la revolución, tanto positivas como negativas, al llegar al poder. Finalmente, un análisis sobre la situación actual de Cuba, que nos dará una idea de lo que hoy vive el pueblo cubano.

Sin más preámbulos, continuamos con el desarrollo del trabajo, esperando sea de su agrado.


CUBA ANTES DE LA REVOLUCIÓN


Hasta 1959, la historia de cuba es la de un solo y largo sometimiento colonial. Con el paso del dominio español al control político, económico y militar norteamericano a fines del siglo XIX, la opresión de tipo colonialista se atenúa en ciertos aspectos, transformándose primero en una especie de relación de “protectorado”.

En 1925 se funda el primer partido leninista de Cuba y de la Confederación Nacional Obrera de Cuba (C.N.O.C).

El 4 de Septiembre de 1933 Fulgencio Batista, antiguo sargento - taquígrafo ascendido a coronel durante la revolución antimachadista, instaló en el poder, mediante un golpe militar, a una Pentarquía, a la que siguió el gobierno de Grau San Martín. La revolución parecía haber alcanzado sus objetivos: Grau llevó a cabo una política socialista, mientras las centrales azucareras eran ocupadas masivamente por los obreros. Pero la falta de coordinación entre las diversas fuerzas que habían derrotado a Machado favoreció el éxito del golpe militar de Batista, convertido en el nuevo hombre de confianza de los Estados Unidos, que derribó a Grau, en enero de 1934, e instaló en la presidencia al coronel Carlos Mendieta. La revolución había terminado, y sus últimos ramalazos fueron brutalmente sofocados por Batista (huelga general de 1935, muerte del líder guerrillero Antonio Guiteras). Aunque se habían conseguido algunas mejoras, como el reconocimiento de la jornada laboral de 8 horas, la autonomía para la Universidad de La Habana y la derogación de la enmienda Platt.

La enmienta Platt es una especie de Constitución que tenía como principal objetivo mostrar las ventajas que ejercía Estados Unidos sobre la Isla de Cuba, y que decía que EE.UU. defendería la independencia de la misma, no era nada más que la prueba de un simple reglamento que debería obedecer Cuba para conservar su independencia; la clara explicación de las reglas que debía obedecer la "colonia". Porque la palabra colonia, nada más y nada menos porque la condición para conservar la "independencia" era suministrarle a Estados Unidos las tierras necesarias para carboneras o estaciones navales, que obviamente serían ubicadas de acuerdo a las preferencias del presidente de EE.UU. Estados Unidos tenía el derecho de intervenir convenientemente de acuerdo a sus necesidades. De aquí nace el principio neocolonial de los Estados Unidos

El país se encontraba bajo el entero control de Batista, quien derrocó al presidente Carlos Manuel de Céspedes y Quesada, que había sucedido al dictador Gerardo Machado y Morales a principios de ese mismo año. Durante el primer régimen del presidente Ramón Grau San Martín, Batista se convirtió en jefe supremo del Ejército y, como tal, se hizo con el control del gobierno cubano; en 1934 obligó a Grau a dimitir. En 1935 el 25% de la población era analfabeta, y la misma cifra correspondía a la población activa que se encontraba en una situación de paro permanente; a ello contribuyeron el decrecimiento de las inversiones estadounidenses y la reducción de la cuota de exportación de azúcar a los Estados Unidos. Tan solo un considerable desarrollo demográfico pudo compensar el cese de la inmigración y, en el año 1940, Cuba alcanzó una cifra de 4.778.583 habitantes.

La crisis solo fue superada por la prosperidad que se originó a raíz de la Segunda Guerra Mundial. La alianza mundial de los países socialistas y capitalistas contra las potencias del Eje repercutió en la política interna de Cuba. La suavización de las formas de gobierno se evidenció con la promulgación de la Constitución de 1940, y Batista, transformado en el portaestandarte del antifascismo, fue elegido presidente con el apoyo de los comunistas, encuadrados desde 1938 en el Partido Socialista Popular; en diciembre de 1941, Cuba declaró la guerra a las potencias del Eje.

En los años posteriores el movimiento obrero se extendió considerablemente, pero su dirección pasó a manos de líderes reformistas que supieron aprovechar con habilidad las ventajas de la expansión económica originada por los altos precios de guerra. Los principales focos de oposición a Batista se localizaban en los sectores de clase media encuadrados en el Partido Revolucionario Auténtico, cuyo dirigente, Grau San Martín, triunfó en las elecciones de 1944. Batista aceptó su derrota, y sus partidarios fueron apartados de los altos cargos del ejército por Grau, que a partir de 1947 inició una política de represión contra el movimiento obrero comunista (dentro de ésta se halla el asesinato del líder azucarero Jesús Menéndez). Al mismo tiempo, la prosperidad azucarera acarreó una vuelta a la corrupción, contra la que lucho el Partido Ortodoxo, movimiento cívico de oposición, fundado en 1946 por Eduardo R. Chibás. La presidencia de Carlos Prío Socarrás, elegido en 1948, se caracterizó por un decisivo alineamiento con la política internacional de los Estados Unidos y el aumento de los vicios administrativos del período anterior. El suicidio de Chibás, ocurrido en agosto de 1951, provocó una campaña de protesta nacional, y sus repercusiones hicieron prever el éxito de los ortodoxos, apoyados por el PSP, en las próximas elecciones. Batista se anticipó a ellas mediante un golpe militar con el apoyo estadounidense (10 de marzo de 1952) e inició su último período de gobierno, instaurando un régimen dictatorial: la Constitución de 1940 fue suspendida, y los partidos políticos, disueltos. El 47% de las tierras cultivadas pertenecía a las grandes compañías estadounidenses, la tasa de analfabetismo alcanzaba un 23% de la población, y el constante crecimiento demográfico iba repercutiendo en un fuerte desempleo. La vanguardia de la oposición popular a Batista la constituían los universitarios de la Habana, en su mayoría influidos por la doctrina ortodoxa. Uno de ellos Fidel Castro, dirigió un ataque al cuartel de Moncada.

La situación que azotaba al pueblo cubano era insostenible, tanto las tasas de analfabetismo, como la baja en las exportaciones de azúcar; que culminarían con éxodos a gran escala. La extrema pobreza de sus campos debía convivir con la burguesía del azúcar y del tabaco, que en estos momentos, atravesaba un gran descenso en las ventas. ¿Tal vez éstas fueron algunas de las causas que impulsaron al pueblo a seguir a los revolucionarios? Tal vez sí, además de la casi ininterrumpida serie de 30 años de gobiernos autoritarios, y de la intensa explotación estadounidense del territorio cubano para turismo, prostitución y uso de casinos.


ANTECEDENTES DE LA REVOLUCIÓN CUBANA

La historia de la Revolución Cubana empieza mucho antes que se realizara, sus antecedentes directos comienzan con la Revolución Rusa.

La Revolución Rusa comienza a engendrarse luego de la Primera Guerra Mundial cuando la dinastía Romanoff (gobernante en Rusia) caía en su mayor desprestigio. En Marzo de 1917 durante la celebración del Día Internacional de la Mujer se produjo en Petrogrado (San Petesburgo) una gran protesta debido a la escasez terrible de alimentos que asolaba a la población, a la protesta de los civiles se unieron las tropas amotinadas, estos acontecimientos llevaron a la toma de poder por parte de algunos de los miembros de la Duma estatal, el Zar Nicolás II tuvo que abdicar.

Se instala un gobierno provisional socialista; se forman los Soviets, en distintas ciudades de Rusia. El partido Bolchevique liderado por Lenin declaraba que no iba a apoyar al Gobierno provisional, los Bolcheviques se opusieron firmemente a que los socialistas gobernaran y prepararon una rebelión armada, el 6 de Noviembre de 1917 la guardia roja, fiel a Lenin, ocupa la capital y el 7 de Noviembre toman el poder ocupando el Palacio de Invierno. Lenin fue elegido presidente del Consejo y Stalin es nombrado Comisario del Pueblo. Se nacionalizó la tierra y se abolieron los grandes latifundios sin indemnizaciones a sus dueños, se nacionalizaron los bancos y los trabajadores tomaron el poder de la producción, la industria se nacionalizó, se puso fin a la participación de Rusia en la Primera Guerra Mundial el 3 de Mayo de 1918, lo que hizo que Rusia perdiera parte de su territorio, esto provocó una Guerra Civil en contra de los Bolcheviques pero fue terminada en 1920 cuando los Bolcheviques eliminaron a sus rivales políticos y finalmente Lenin y el Partido Comunista Ruso toman el control del país. El 30 de Diciembre de 1922 se constituye oficialmente la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS).

La revolución Rusa trajo como consecuencias directas una oleada revolucionaria a escala mundial y se formaron Soviets en muchos lugares del mundo, inclusive en muchas plantaciones de tabaco en Cuba. También la Revolución inspiró a grandes movimientos estudiantiles revolucionarios muy importantes como los que estallaron en Pekin (Beijin) en 1919 y en Córdoba (Argentina) en 1918 y desde aquí se difundieron por toda América Latina generando líderes y partidos Marxistas revolucionarios locales.

Las Revoluciones Sociales desprendidas de la Revolución Rusa empezaron en su gran mayoría con golpes militares o paramilitares derivados de largas insurrecciones armadas de origen esencialmente rural (como más adelante sería la Revolución Cubana), también estas revoluciones, al igual que la cubana, se hicieron en base a la lucha del tipo Guerra de Guerrillas por ser esta la forma de lucha rural.

Los partidos Leninistas latinoamericanos estaban formados por elites, o mejor dicho por contraelites, que sabían interpretar lo que querían las masas.

El movimiento Leninista ejercía una gran atracción sobre los jóvenes del tercer mundo, sobre todo en aquellos que habían pertenecido a una elite, hay que recordar que Fidel Castro era hijo de un gran terrateniente cubano y su compañero de revolución Ernesto "Che" Guevara provenía de un familia de clase alta.

Todas estas revoluciones se caracterizaron por instaurar sistemas políticos monopartidistas con estructuras de autoridad muy centralizada, promoviendo una verdad cultural e intelectual promulgada oficialmente y determinada por la autoridad política, sus economías son de planificación central y la personalidad de sus dirigentes se magnifica a un grado extremo y se organizaron procesos públicos de purgas contra los opositores.


LA REVOLUCIÓN CUBANA

Comienzos de la Revolución


Fulgencio Batista, en mayo de 1952, toma el poder mediante y un golpe de estado. A más de 60 años de lucha por la independencia, era posible en aquella época, ya que se realizarían elecciones.

Una de las principales característica del gobierno de Batista fue su apoyo al los norteamericanos, cosa que provocó el total rechazo de la burguesía azucarera, ya que a raíz de esto se limitó la cosecha interna de azúcar, lo que impidió que se pudiese comerciar el producto con los países del bloque socialista, aceptando que los norteamericanos no adquiriesen las cuotas del producto pactadas históricamente.

Después de esto, Fidel Castro, quien era un abogado hijo de un terrateniente, pidió enjuiciar en los tribunales al dictador, por haber violado seis artículos pertenecientes al código de defensa social, cuando llegó al poder mediante un golpe de estado. Evidentemente, la demanda no se pudo consumar, por lo que Fidel Castro, entendió que la única manera de conseguir su cometido era por medio de la revolución.

Planeó un ataque a un importante depósito de armas situado en Santiago de Cuba, conocido como el Cuartel de Moncada, esto sucedió el 26 de julio de 1953. Este fue un fracaso, luego de acabar el enfrentamiento las tropas de Batista asesinaron a los guerrillero, siguiendo a esto el arresto de Fidel y algunos sobrevivientes, quienes tuvieron que dar parte a los tribunales, donde se quejó de pobreza del pueblo, la corrupción, la ostentosidad y el derroche de la oligarquía y la urgente necesidad de realizar cambios en los aspectos políticos, económicos, social y cultural, estas razones, argumentaron ellos, los obligó a actuar de esa forma. Como bien dice Castro “El asalto al cuartel de Moncada no significó el triunfo de la Revolución en ese instante, pero señaló el camino y trazó un programa de liberación nacional que abriría las puertas del socialismo”.

Fidel siguió en prisión, hasta que por mediación de un movimiento nacional y la amnistía contra prisiones políticos, salió libre y se exilió a México en 1955.

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